La elaboración de Darío Lubiano sigue la pauta del máximo respeto a la materia prima y al terreno. Los tiempos de las distintas fases están dominados por su evolución natural, con la mínima intervención por nuestra parte. Únicamente utilizamos levaduras autóctonas y todos los procesos se llevan a cabo de manera artesanal.
Este respeto hace que el vino muestre en cada cosecha su complejidad reflejando no solo su tipicidad varietal y los matices del terreno, sino que se llegan a apreciar las características bioclimáticas de cada añada. Nuestra producción es pequeña, limitada, lo que nos permite prestar atención y dedicación a todos los procesos que intervienen en la elaboración del vino y que se traslada al resultado final, un vino diferente e irrepetible: Apostamos por la excelencia.